¿A quién hablaré y advertiré, para que oigan? he aquí, su oído es incircunciso, y no pueden oír; he aquí, la palabra de Jehová les es afrenta; no se deleitan en ello.

Oído es incircunciso - cerrado contra los preceptos de Dios por el prepucio de la carnalidad ("corazones incircuncisos"; "incircunciso de corazón y de oídos").

La palabra del Señor es para ellos un oprobio - (, "La palabra del Señor me ha sido afrentada, y escarnio cada día").

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