Estas cosas os mando, que os améis unos a otros.

Estas cosas os mando, que os améis unos a otros. Nuestro Señor repite aquí lo que había dicho en otro momento, pero lo recuerda aquí para darle un nuevo y conmovedor énfasis. Está a punto de advertirles sobre el odio y la persecución seguros del mundo si verdaderamente son de Él. Pero antes de hacerlo, les ordena nuevamente amarse mutuamente. Es como si hubiera dicho: 'Y necesitaréis todo el amor que podáis recibir el uno del otro, porque fuera de vuestro propio grupo no tendréis más que enemistad y oposición'. Esto es, en consecuencia, el tema de lo que sigue. El contenido de estos versículos importantes ha aparecido más de una vez anteriormente (Véanse las notas en Mateo 10:34 y la Observación 2 al final de esa sección; y en, y Observación 4 al final de esa sección.) Pero el lector hará bien en señalar la luz especial bajo la cual se presenta aquí el tema.

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