Como tú me enviaste al mundo, así también yo los he enviado al mundo.

Como tú me enviaste ('enviaste') al mundo, así también yo los he enviado ('envié yo también') al mundo. Como la misión de ellos no tenía otro fin que llevar a cabo el propósito de Su propia misión en el mundo, así Él habla de la autoridad por la cual los enviaba al mundo como una extensión de la misma autoridad por la cual Él mismo fue enviado del Padre. Así como Él era el Embajador y Agente del Padre, ellos debían ser Suyos. No, Él los representa como ya enviados, tal como Él representa Su propia obra personal en la tierra como ya finalizada; y lo que ahora llena Su alma y lo que anhela es el fruto venidero de esa obra, la aflicción de Su alma y Su satisfacción en ella.

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