Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el nombre de Jehová, y maldijo. Y lo llevaron a Moisés: (y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan:)

Blasfemó el nombre de Jehová. Un joven de este mestizo, habiendo reñido con un nativo israelita, descargó su ira en alguna forma horrible de impiedad. Era una práctica común entre los egipcios maldecir a sus ídolos cuando quedaban decepcionados al obtener el objeto de sus peticiones.

La mente egipcia de este joven pensó que el mayor insulto a su oponente era blasfemar del objeto de su reverencia religiosa. Habló irrespetuosamente de Aquel que sostenía el doble carácter de Rey así como de Dios del pueblo hebreo; y como la ofensa era nueva, fue puesto en prisión hasta que se averiguara la mente del Señor en cuanto a su disposición.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad