Solamente el primogénito de las bestias, que es el primogénito de Jehová, nadie lo santificará; sea ​​buey u oveja, del SEÑOR es.

Sólo el primogénito. Estos, en el caso de los animales limpios, al estar consagrados a Dios por una ley universal y permanente ( Éxodo 13:12 ; Éxodo 34:19 ), no podían ser consagrados; y en el de los animales inmundos estaban sujetos a la regla mencionada ( Levítico 27:11 ),es decir, no se mataban en absoluto, sino que se aceptaba una conmutación monetaria.

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