Y todos los que las oían las guardaban en sus corazones, diciendo: ¡Qué niño será éste! Y la mano del Señor estaba con él.

Y todos los que las oían se encogían en sus corazones, diciendo: ¡Qué niño será éste! Sin embargo, hay todas las razones para creer que mucho antes de que Juan apareciera en público todas estas cosas fueron olvidadas, y ni siquiera después de eso fueron recordadas por su maravilloso éxito.

Y la mano del Señor estaba con él , por señales especiales que lo señalaban como destinado a alguna gran obra.

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