Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Y les dijo: La inmensa multitud delante de El.

Preste atención y cuídese de la avaricia : 'de toda avaricia', o 'de toda clase de avaricia', es sin duda la verdadera lectura aquí. Dado que esta era una de las formas más plausibles, el Señor atacaría de inmediato la raíz del mal.

Porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Máxima de singular peso, y no menos, porque su sentido y su verdad son igualmente evidentes.

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