Bienaventurado el siervo, a quien su señor, cuando venga, lo halle haciendo así.

Bienaventurado el siervo, a quien su señor, cuando venga, lo halle haciendo así. En verdad... lo hará señorear sobre todo lo que tiene. Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzará a golpear a los siervos ya las doncellas, y a comer, a beber y a embriagarse. El cuadro que aquí se presenta es el de un siervo que, confiado en que el regreso de su señor no será pronto, lo despide y se hace el amo, maltratando a los siervos fieles que se niegan a unirse a él, apoderándose y deleitándose en la plenitud de la mesa de su amo; con la intención, cuando se haya saciado, de retomar la máscara de la fidelidad antes de que aparezca su amo.

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