Y clamó a gran voz, y dijo: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios, que no me atormentes.

Y clamó a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios, que no me atormentes - o, como en, "¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?"He aquí al atormentador que anticipa, teme y suplica la liberación del tormento. En Cristo disciernen a su Tormentor destinado; el tiempo, lo saben, está fijado, ¡y sienten como si ya hubiera llegado!.

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