Y los que habían comido eran como cuatro mil; y los despidió.

Y los que habían comido eran como cuatro mil; y los despidió. Si nuestro Señor no se hubiera referido claramente, en este mismo capítulo y en dos oraciones sucesivas, a la alimentación de los Cinco y de los Cuatro Mil, como dos milagros distintos, muchos críticos habrían insistido en que no eran más que dos representaciones diferentes de uno y el mismo milagro, como lo hacen de las dos expulsiones de los compradores y vendedores del templo, al principio y al final del ministerio de nuestro Señor.

Pero aun a pesar de lo que dice nuestro Señor, es doloroso encontrar a hombres como Neander tratando de identificar los dos milagros. Las localidades, aunque ambas en el lado este del lago, eran diferentes: el tiempo era diferente: las circunstancias anteriores y posteriores eran diferentes: el período durante el cual la gente continuaba ayunando era diferente, en un caso no un día entero, en los otros tres días: el número de alimentos era diferente: cinco mil en un caso, en el otro cuatro mil: el número de los panes era diferente: cinco en un caso, en el otro siete: el número de peces en el otro un caso es declarado definitivamente por los cuatro evangelistas: dos; en el otro caso, ambos les dan indefinidamente, "unos pocos peces pequeños" [ ichthudia ( G2485 ) oliga( G3641 )]: en un caso se ordenó a la multitud que se sentara "sobre la hierba verde"; en el otro, "en el suelo" [ epi ( G1909 ) tees ( G3588 ) gees ( G1093 )]: en un caso el número de las canastas que se recogieron llenas con los fragmentos fue doce; en los otros siete: pero más que todos, quizás, porque aparentemente bastante incidental, en un caso el nombre dado al tipo de canastas usadas es el mismo en las cuatro narraciones: el kofinoon ( G2894 ) (ver la nota en Marco 6:43); en el otro caso, el nombre que se le da al tipo de cestos utilizados, aunque es el mismo en ambas narraciones, es bastante diferente: los spuris ( G4711 ), un cesto lo suficientemente grande como para contener el cuerpo de un hombre, porque Pablo fue bajado en uno de estos del muro de Damasco [ en ( G1722 ) spuridi ( G4711 )], ( Hechos 9:25 ).

Podría agregarse que en un caso el pueblo, en un frenesí de entusiasmo, lo habría tomado por la fuerza para hacerlo rey; en el otro caso no se registra tal excitación. En vista de estas cosas, ¿quién podría haber creído que eran uno y el mismo milagro, aunque el Señor mismo no los hubiera distinguido expresamente?

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