El SEÑOR es tardo para la ira y grande en poder, y de ninguna manera tendrá por inocente al impío. El SEÑOR tiene su camino en el torbellino y en la tempestad, y las nubes son el polvo de sus pies.

El Señor es tardo para la ira y grande en poder, es decir, es ciertamente tardo para la ira, pero grande en poder, como para poder destruir en un momento, si quiere, a los impíos. Su longanimidad no es por falta de poder para castigar ( "El Señor, el Señor Dios, misericordioso y clemente, paciente... que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al culpable". A esta última cláusula alude la siguiente cláusula de Nahum).

Y no absuelve en absoluto a los malvados - literalmente, no absolver o tratar como inocentes.

El Señor tiene su camino en el torbellino. De esto inclusive es una descripción de Su poder exhibido en los fenómenos de la naturaleza, especialmente cuando Él está enojado. Su venganza barrerá al enemigo asirio como un torbellino.

Y las nubes son el polvo de sus pies; por grandes que sean, Él las pisa, como lo haría un hombre con el polvo pequeño; Él es el Señor de las nubes y las usa como le place.

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