Aunque críen a sus hijos, con todo, los privaré, hasta que no quede varón: sí, ¡ay de ellos también cuando me aparte de ellos!

Aunque críen a sus hijos, los privaré, hasta que no quede varón ; aunque críen a sus hijos, los privaré (a los efraimitas) de ellos.).

¡Ay de ellos también cuando me aparte de ellos! "También:" además y más allá de la pérdida de los hijos, a quienes esperaban o anhelaban, y su pérdida del poder nacional, está ese último y más bajo paso de aflicción, la partida de Dios de ellos; sin embargo, los impíos en su locura desean que Dios se aparte de ellos ("Toda la ciudad (de los gergesenos, después de la pérdida de sus cerdos en el lago) salió al encuentro de Jesús (podríamos haberlo esperado, para pedirle que los salvara del espíritu maligno cuyo terrible poder acababan de ver ; pero, ¡no!) Le suplicaron que se fuera de sus territorios"). Por fin saben, a su costa, lo terrible que es cuando Dios se ha ido, ("Saúl respondió: Estoy muy angustiado, porque los filisteos hacen guerra contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más... Entonces dijo Samuel: ¿Por qué, pues, me preguntas a mí, ya que el Señor se ha ido de ti, y se ha convertido en tu enemigo?”) Comparar, "Su gloria volará lejos:" y, "Ella llamó al niño (de Phinehas) I-chabod, diciendo: La gloria se apartó de Israel, porque el arca de Dios fue tomada".

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