Haz bien a tu siervo, para que yo viva y guarde tu palabra.

Trate generosamente, literalmente, 'recompensa'; es decir, no como una cuestión de deuda, sino de gracia, según tu promesa a los que te buscan. Ya el Señor había "tratado generosamente con" el salmista; le ruega que continúe haciéndolo.

Para que viva y guarde tu palabra. Él busca la vida, no para la gratificación de la carne, sino para poder servir al Señor guardando su Palabra. Como San Pablo, "para mí el vivir es Cristo" ( Filipenses 1:21 ;). El objetivo principal es la preservación de la vida nacional de Israel.

Comparar; Ya había expresado confianza en ello; ahora reza por ello. La confianza debe templarse con la oración humilde.

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