No me reprendas, oh SEÑOR, en tu ira, ni me castigues en tu furor.

El título.

Un Salmo de David, para traer a la memoria, es decir, para traer a la memoria de Dios al suplicante aparentemente olvidado. Que supone súplica dolorosa, se desprende de ser el título también del ( Salmo 70:1 ), que se caracteriza por el mismo tono. Similar a esta frase es el término "memorial" u ofrenda de recuerdo [za'kaaraah] ( Levítico 2:2 ; Levítico 2:9 ; Levítico 2:16 ; cf.Salmo 141:2 ; Apocalipsis 8:4 ; Hechos 10:4 ; Isaías 43:26 ; Isaías 62:6 , margen), diseñado para hacer que Dios se acuerde de Su pueblo (Su Palabra inclinándose graciosamente a nuestras concepciones humanas).

La ofrenda memorial era la parte de la ofrenda de cereal que se quemaba con incienso sobre el altar, y cuyo olor fragante ascendía al cielo ( Génesis 8:21 ).

Salmo 38:1 ). Desprecia el ardiente desagrado de Yahvé ( Salmo 38:1 ); su triple súplica, su sufrimiento en la carne ( Salmo 38:2 ); sus ataques externos por parte de los enemigos y el abandono de sus amigos ( Salmo 38:9 ); su paciencia, dolor por el pecado, y esperanza en Yahweh, como su recurso contra los que devuelven mal por bien ( Salmo 38:13 ); oración final ( Salmo 38:21 ).

Oh Señor, no me reprendas en tu ira, contra "mi iniquidad" ( Salmo 38:18 ). El hecho de que no hay sufrimiento sin "pecado", y que la aflicción es la expresión de la "ira" de Dios contra nuestro pecado, le da un aguijón especial al dolor del creyente. Sus pecados ahora se alzan ante él con una negrura como nunca vio en ellos en tiempos pasados ​​de tranquilidad.

Sus enemigos parecen como otros tantos verdugos del desagrado judicial de Dios. El sufrimiento que el creyente podría haber soportado pacientemente de otro modo, visto bajo esta luz, lo postra tanto en cuerpo como en alma.

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