Como testimonio de Cristo, lo que Cristo testificó y enseñó fue confirmado en ti, es decir, tu fe en Cristo ha sido confirmada por esas gracias y dones que recibiste del Espíritu Santo en tu bautismo, y cuando por imposición de manos fuiste confirmado por mí, o por algún otro obispo. (Witham)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad