En debilidad, en miedo y en mucho temblor. No debemos pensar, dice San Juan Crisóstomo, que esto hizo menos encomiable la virtud de San Pablo. Es natural que todo hombre tema las persecuciones y los tormentos. Admiramos al apóstol, que en medio de estos temores, siempre estuvo dispuesto a exponerse, siempre luchando y siempre victorioso. (Witham) --- Durante la estadía que hice contigo en Corinto, me vi diariamente expuesto a heridas, afrentas y persecuciones.

Tuve entonces la oportunidad de practicar las lecciones que nos dio nuestro redentor agonizante del bosque en el que murió, y las contradicciones diarias que encontré me obligaron a pensar en otras cosas que no fueran bellos discursos y elegantes arengas. (Teofilactus)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad