Pero [3] como el Señor distribuyó, ... y llamó a cada uno, etc. San Pablo procede a otros puntos de disciplina, que las personas convertidas puedan permanecer y continuar en los mismos empleos y en el mismo estado de vida legal que antes, que no tiene nada que ver con el hecho de que antes de su conversión fuera un judío circuncidado o un gentil incircunciso, la circuncisión ya no es una obligación en la nueva ley.

Si alguno que se convierte fue siervo o esclavo, que no se preocupe por esto, sino que lo use más bien, [4] que muchos interpretan, que más bien procure ser liberado, aunque San Juan Crisóstomo y otros entienden, que se contente más bien con su condición servil. Quizás fue una advertencia para aquellos nuevos conversos, quienes podrían imaginar que su libertad cristiana los eximía de ser siervos de los hombres.

Sin embargo, les da este gran consuelo, que tal persona es el hombre libre del Señor, es decir, todo el que es cristiano, y está en la gracia de Dios; pero agrega, no sea esclavo de los hombres, es decir, no siga sus caminos pecaminosos, ni consienta en nada que sea criminal. (Witham) --- Todo consiste en hacer la voluntad de Dios, amarlo con todo nuestro corazón; sin esto, todo es ilusión. Apegarnos a prácticas exteriores contrarias al orden de Dios, es la superstición de la circuncisión; despreciar lo que viene de Dios, es el orgullo de la incircuncisión.

[BIBLIOGRAFÍA]

Nisi, & c. Griego: ei me, aquí tiene el sentido de pero.

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