La caridad de Dios (que puede significar el amor por el cual amamos a Dios, o por el cual Dios nos ama) se perfeccionó con nosotros o en nosotros, y de tal modo posee nuestras almas, para darnos una humilde confianza en nuestra salvación, cuando compareceremos ante su tribunal en el día del juicio; porque como él, también nosotros estamos en este mundo. Estas palabras se exponen de manera diferente. Pueden significar que, como este mundo por su gracia, siempre lo amamos a él y al prójimo, y aumentamos en este amor, que nos da la confianza de nuestra salvación. O pueden tener este sentido, que así como Jesucristo estaba sufriendo en este mundo por nosotros, nosotros también estamos sufriendo por él. (Witham)

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