Demuestra todas las cosas. Es decir, examinad si las profecías son verdaderas, y la doctrina que escucháis de los nuevos predicadores, y absteneos no sólo del mal, sino de todo aquello que tenga apariencia de mal y que pueda desedificar y escandalizar a otros. (Witham) --- Mantenga lo que es bueno. Esto lo podemos aprender mejor de la doctrina de los apóstoles y el espíritu de la Iglesia Católica. Los hombres pueden engañar y ser engañados, pero el Espíritu de Dios, hablándonos por su Iglesia, no puede engañarnos ni ser engañados.

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