Ahora bien, en cuanto a no ir a ti, llamo a Dios para que testifique, que solo diferí mi salida por bondad contigo, que no he venido hasta ahora a Corinto, para perdonarte, cuando a causa de los desórdenes entre ustedes, debo se han visto obligados a utilizar la severidad contra aquellos que aún no fueron reformados. --- No es que nos enseñoreemos de su fe, ni deseemos tratar a los fieles de Dios con severidad, o mostrando el poder que Dios nos ha dado; sino que deseamos ser ayudadores y promotores de su gozo, para que podamos regocijarnos juntos. contigo en Dios. Y ahora tengo el mayor consuelo de saber que se mantiene firme y firme en la fe de Cristo. (Witham)

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