Él los recuerda para que sean todos reformados, para dejar a un lado las animosidades, disensiones, hinchazones, [3] provenientes del orgullo, la inmundicia, la fornicación, etc. lo que ciertamente será una humillación y un problema para él, verse obligado a usar su poder por la severidad; porque si los encuentra como no los encontraría, ellos también lo encontrarán a él como no encontrarían. (Witham) --- Griego: Ton me metanoesanton. Esto, según San Agustín, se habla aquí de hacer una gran penitencia por pecados atroces, y no meramente de arrepentimiento, como algunos modernos querrían interpretarlo. (Ep. 198.)

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