Da esta amonestación a todos, especialmente a los ministros del evangelio, para que se expongan de buena gana a sufrir todo por el establecimiento de la fe en Jesucristo. --- Testificando. Llame a Dios para que sea testigo de las verdades que anuncia a los fieles; y por tu parte, no te diviertas con disputas sobre palabras. En griego, muchos lo traducen así: Adviérteles de estas cosas, conjurándolos en el nombre del Señor para que no se diviertan con disputas sobre palabras. (Calmet)

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