Versículo 14. Que no se peleen por las palabras... Las palabras, y no las cosas, han sido una fuente muy fructífera de disputas en el mundo cristiano; y entre las personas religiosas, la principal causa de animosidad ha surgido de la diferente manera de aprehender el mismo término, mientras que, en esencia, ambos significaban la misma cosa. Todos los predicadores y teólogos deberían tener mucho cuidado, tanto al hablar como al escribir, de explicar los términos que utilizan, y no emplearlos nunca en otro sentido que en el que los han explicado.

La subversión de los oyentes... Esta es la tendencia general de toda divinidad polémica y de toda predicación controvertida, cuando se recurre a las pasiones airadas para apoyar las doctrinas del Evangelio.

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