Observe aquí que a los siervos de Dios se les ha concedido el poder de controlar los espíritus malignos, de acuerdo con la promesa de nuestro Señor, Lucas ix. y x. Por eso los setenta discípulos, volviendo, dijeron: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre. (Estius, en una ubicación diferente)

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