Otros setenta y dos. La mayoría de las copias griegas y la versión siríaca tienen setenta, como en la traducción protestante. Sin embargo, no parece haber ninguna duda de que el verdadero número era setenta y dos. Porque setenta y dos pueden llamarse setenta; pero si solo hubieran tenido setenta, nunca se les podría haber llamado setenta y dos. Este fue también el número exacto de jueces elegidos para ayudar a Moisés; (Éxodo xxiv. 1.) aunque llamado setenta, (Números xi.

16.) como es evidente, porque se escogieron seis de cada una de las doce tribus. De la misma manera, el número exacto de intérpretes llamados la Septuaginta debe haber sido setenta y dos; y también el número justo del Sanedrín. --- Dos y dos, para que uno sea de ayuda y consuelo para el otro; como también testigo del porte y comportamiento de su acompañante. (Witham)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad