En las sinagogas o asambleas. La palabra aquí se toma para asambleas de jueces y de justicia. --- Para testimonio a ellos; es decir, que puedas dar testimonio de mí y de mi doctrina, y también contra ellos. (Witham) --- Alguna solicitud quizás se había apoderado de las mentes de los discípulos, cuando fueron informados por su divino Maestro, que debían ser acusados ​​ante reyes y príncipes de la tierra, por temor a que no pudieran, porque falta de aprendizaje humano, para hacer una defensa adecuada.

Por tanto, nuestro Salvador dice: no penséis de antemano; porque cuando somos llevados al tribunal en defensa de nuestra santa fe, solo es necesario que, en tales circunstancias, hagamos una oferta de nuestra voluntad; El mismo Cristo hablará por nosotros, y en nuestras respuestas se infundirá la gracia del Espíritu Santo; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. (Ven. Bede)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad