Si deseaba ocultarse y no podía, su voluntad parecía estar bajo control; pero esto es imposible. Su voluntad siempre debe cumplirse. En esta ocasión, por lo tanto, deseaba ser buscado por estos gentiles, pero no ser dado a conocer por sus propios apóstoles. Por tanto, sucedió que no sus seguidores, sino los gentiles que entraron en la casa en la que él estaba, publicaron su fama en el extranjero.

(San Agustín) --- Jesucristo ordenó a sus discípulos que no publicaran que había venido a ese país; no es que tuviera la intención de dejar de curar a los enfermos y curar enfermedades, cuando vio que la fe de los habitantes la merecía; porque informó a la mujer gentil de su venida, y se lo dio a conocer a tantos otros como consideró que valía la pena; pero para que nos enseñe, con su ejemplo, a rechazar el aplauso de los hombres. (Ven. Bede)

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