El primer día de los azimas; pan sin levadura. San Marcos (xiv. 12.) agrega, cuando sacrificaron la Pascua: y San Lucas (xxii. 7.) dice, Y llegó el día de los panes sin levadura; sobre lo cual era necesario que la Pascua (es decir, el cordero pascual) fuera sacrificada. De ahí se sigue que Cristo envió a sus apóstoles ese mismo día (el día 14 del mes de Nisán) en el cual, por la tarde o por la noche, se debía comer la Pascua; y que iba a ser con panes sin levadura.

Es cierto, el día 15 de ese mes se llama (Éxodo xii. 1.) el primer día de los panes sin levadura: pero debemos tener en cuenta que los judíos comenzaron sus fiestas, o festivales, desde la puesta del sol de la noche anterior; y, por consiguiente, en la tarde del día 14 de la luna, momento en el cual no habría pan leudado en ninguna de sus casas. Esto muestra que Cristo come la Pascua, o cordero pascual, después de la puesta del sol.

Y cuando terminó la cena pascual, consagró la santísima Eucaristía, en panes sin levadura, como lo hace la Iglesia latina. Hay dos o tres dificultades relacionadas con este asunto en San Juan, de las cuales en sus lugares apropiados. (Witham) --- Hubo cuatro pascuas durante el ministerio público de Cristo. El primero fue después de las bodas de Caná, en el año 31 de Jesús, y el 779 desde la fundación de Roma.

derivar pascha del griego, paschein, sufrir, es un error, como observa San Agustín; tracto. lv. en Joah. Ciertamente se toma del hebreo, y significa un paso o un paso: 1º, porque los hijos de Israel salieron apresuradamente esa noche de la tierra de Egipto; 2d, porque el ángel, que aquella noche mató a todos los primogénitos de los egipcios, al ver las puertas de los israelitas manchadas con la sangre del cordero pascual, pasó intacto por todos ellos; 3d, porque esa era una figura de nuestro Salvador pasando de esta vida a su Padre eterno.

Sin embargo, debe observarse que esta misma palabra, pascha, o pascua, se usa a veces para el cordero pascual, que fue sacrificado; (Lucas xxii. 7.) en otro lugar, para el primer día de la fiesta pascual y solemnidad, que duró siete días; (Mateo xvi. 2; Ezequiel xlv. 21.) para el día de reposo, que ocurrió dentro de los siete días de la solemnidad; (Juan xix. 14.) y también por todos los sacrificios hechos durante la fiesta de los siete días.

La Pascua era la más solemne de la antigua ley. Cuando Dios ordenó a los israelitas que rociaran la sangre del cordero en los postes de sus puertas, fue únicamente con el fin de significar que la sangre del verdadero Cordero debía ser la marca distintiva de todos los que debían ser salvos. Todo fue misterioso y profético. Un hueso de cordero no debía romperse; y no quebraron los brazos ni las piernas de Jesucristo en la cruz.

El cordero debía estar libre de imperfecciones; para expresar la perfecta santidad de Jesucristo, el inmaculado Cordero de Dios. El cordero pascual debía ser sacrificado y comido; porque Cristo iba a sufrir y morir por nosotros; y si no comiéramos su carne, no tendremos vida en nosotros. Los postes de las puertas de los israelitas debían ser rociados con sangre, para que el ángel destructor pudiera pasar sobre ellos; porque con la sangre de Cristo nuestras almas han de ser purificadas, para que el pecado y la muerte no prevalezcan contra nosotros.

En cada casa se comía un cordero entero; y Cristo, en la comunión, es recibido íntegramente por toda alma fiel. --- La forma en que debía comerse, muestra las disposiciones adecuadas para los cristianos cuando reciben el bendito sacramento. El asar al fuego, expresa la caridad divina; los panes sin levadura, la sinceridad, la verdad y la buena conciencia; las hierbas amargas, el arrepentimiento y la contrición por el pecado; los lomos ceñidos y los pies calzados, la moderación de nuestras pasiones y concupiscencias, y la disposición a seguir las reglas del Evangelio; el personal, nuestro peregrinaje mortal, y que al no tener una morada duradera aquí, deberíamos hacer el mejor camino hacia nuestro verdadero país, el Chanaan celestial.

--- En este día la Pascua debía ser comida, al menos por una parte del pueblo, según San Mateo, San Marcos y San Lucas; es decir, según algunos, por los galileos; porque, según San Juan, parece que los sacerdotes y los judíos propiamente dichos, como los que habitaban en Judea, no la inmolaron hasta el día siguiente. (Juan xiii. 1, xviii. 28, y xix. 14.) (Bible de Vence) --- pero tenemos aquí nuevamente para comentar, que los judíos comenzaron su día desde la puesta del sol del día anterior.

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