A cierto hombre, a quien los Sts. Marcos y Lucas llaman, el buen hombre de la casa, o el dueño de la casa. Por tanto, cuando San Mateo dice, cierto hombre, parece que lo hace por brevedad; como nadie habla así a sus sirvientes, acude a cierto hombre. El evangelista, por tanto, después de dar las palabras de nuestro Salvador, id a cierta ciudad, añade como de él mismo, a cierto hombre, para informarnos de que había un hombre en particular a quien Jesús envió a sus discípulos.

(San Agustín) --- En griego, ton deina; en hebreo, Pelona; palabras que expresan a una persona cuyo nombre se desconoce o se desea mantener en secreto. (Jansenius)

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