Una mujer. Esta era María, la hermana de Lázaro. (San Juan XII. 3.) (Biblia de Vence) --- No es el uso, sino el abuso de las cosas, lo que es reprochable. No se debe culpar a ese hombre, que no excede las reglas seguidas por hombres buenos, honorables y concienzudos, con quienes se asocia. Por tanto, lo que en algunos es a menudo reprobable, en otros es sumamente encomiable. La buena reputación es un perfume dulce que el hombre merece por sus obras dignas; y mientras sigue los pasos de Cristo, se puede decir con justicia que unge los pies de nuestro Redentor con un ungüento precioso. (San Agustín)

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