Nos ordena que dejemos sin terminar cualquier obra que hayamos comenzado, aunque por su propia naturaleza sea la más aceptable para Dios, para poder ir y reconciliarnos con nuestro hermano; porque Dios tendrá misericordia y no sacrificios. Así, en cierto modo, parece preferir el amor al prójimo al amor a sí mismo. (Menochius)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad