Como los tres evangelistas relatan la curación del leproso casi con las mismas palabras y con las mismas circunstancias, podemos concluir que hablan de los mismos milagros. Solo San Mateo parece haber observado el tiempo y el orden de esta transacción, a saber. después del sermón del monte; los otros dos lo anticipan. La Biblia de Vence parece inferir, de la conexión que San Mateo hace entre el sermón del monte y la curación del leproso, que no era el mismo leproso que el mencionado, Marcos i.

40. Lucas v. 12. (Bible de Vence) --- Lo adoraba. En San Marcos se dice arrodillándose, cap. I. 40. En San Lucas, postrado sobre su rostro. Es cierto que ninguna de estas expresiones significa siempre la adoración o el culto que se debe únicamente a Dios, como puede verse por varios ejemplos en el Antiguo y Nuevo Testamento; sin embargo, este hombre, por inspiración divina, podría saber que nuestro bendito Salvador es tanto Dios como hombre.

(Witham) --- "Hazme limpio"; literalmente, "purifícame"; la ley trataba a los leprosos como impuros. (Biblia de Vence) --- El leproso, al dirigirse así a nuestro Salvador, reconoce su supremo poder y autoridad, y muestra su gran fe y seriedad, cayendo de rodillas, como lo relata San Lucas. (San Juan Crisóstomo, hom. Xxvi.) Nuestra oración debe ser tal con gran fe y confianza, calificada con profunda humildad y total desconfianza de uno mismo.

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