¿Para qué es tu vida? es un vapor. Con frecuencia nos encontramos con tres hermosas comparaciones en las Sagradas Escrituras. "Recuerda que mi vida es viento ... Como la nube se consume y pasa, así el que desciende al infierno, no sube". (Job 7, 9). "El hombre es como vanidad, sus días pasan como una sombra". (Salmo cxliii. 4.) Expresiones similares también ocurren con frecuencia en autores profanos. Nemo tam Divos habuit faventes

Crastinum ut possit sibi polliceri. Séneca.

Entonces, con razón dijo nuestro Salvador: "Estén ustedes también preparados, porque a la hora que no lo piensan, vendrá el Hijo del Hombre". (Lucas xii. 40.) (Calmet)

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