Y el faraón llamó el nombre de José Zaphnatpaaneah (preservador de la vida, o: revelador de secretos); y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. On, o Heliópolis (trono del sol), era la ciudad líder en Egipto en aprendizaje, los sacerdotes de la diosa del sol tenían su propio colegio, que estaba clasificado entre los mejores de las universidades antiguas. Por tanto, fue un gran honor el que se le confirió a José.

Pero la mano de Dios, que lo sacó de las profundidades de su desgracia, evitó que fuera engullido por el paganismo egipcio. Y José recorrió toda la tierra de Egipto, familiarizándose así con el país, su gente y sus instituciones, todo lo cual le fue muy útil como gobernante.

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