Cuando un hombre se apodera de su hermano de la casa de su padre, diciendo: Tienes ropa, habiendo guardado al menos un traje decente de ropa en el derrocamiento general, sé tú nuestro gobernante y deja que esta ruina, lo que queda de la nación anterior, esté bajo su mano, para ver si todavía hay alguna posibilidad de alivio en esta gran emergencia,

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