Y ella dijo: Los filisteos sean contigo, Sansón. Y se despertó de su sueño y dijo: Saldré como las otras veces antes y me sacudiré, liberándose así de las cadenas y de las manos de los filisteos. Y no sabía que el Señor se había apartado de él, con el corte de su cabello, con el fin de su estado nazareo, Jehová se había apartado de él.

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