Y ella dijo: Sansón, los filisteos sobre ti. Y despertó de su sueño, y dijo: Saldré como las otras veces, y me sacudiré. Y no sabía que Jehová se había apartado de él.

No sabía que el Señor se había apartado de él. ¡Qué espectáculo tan humillante y doloroso! Privado de las influencias divinas, degradado en su carácter, y sin embargo, debido al enamoramiento de una pasión culpable, apenas se da cuenta de la miseria de su condición caída.

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