Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió sobre el altar el holocausto y la grosura. O toda la nube brilló con una luz sobrenatural, o hubo un repentino destello de fuego de la nube, como un relámpago, que en un momento devoró por completo los sacrificios que ardían sin llama sobre el altar. También se relatan manifestaciones similares de la gloria de Dios en épocas posteriores, especialmente en la dedicación del Templo de Salomón.

Lo cual cuando todo el pueblo vio, gritó, gritó con gozo asombro, acción de gracias y alabanza, y se postró sobre sus rostros, en el gesto que expresaba gozoso y reverencial temor, el temor que sentimos los cristianos ante la manifestación de Aquel en quien es la vida, y la vida es la luz de los hombres, Juan 1:4 , continuará a través del tiempo hasta la eternidad.

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