Entonces él, el ángel, clamó sobre mí y me habló, con gran entusiasmo, diciendo, en el nombre del Señor: He aquí, estos que van hacia la tierra del norte han aquietado Mi Espíritu en la tierra del norte, han hecho que el Espíritu de Que Jehová descansara allí, para estar satisfecho con la extensión del castigo infligido a las potencias mundiales. Está claro que el ángel está hablando de un gran Juicio final, por el cual todos los enemigos del Señor serían derrocados, a fin de que Su Iglesia pueda establecerse con seguridad.

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