El apóstol luego se dirigió a las devociones públicas de la Iglesia. Así como la Iglesia es el medio para la proclamación de la doctrina de la verdad, así también es el instrumento de intercesión entre los hombres y Dios. El apóstol usó palabras que cubren todo el terreno, "súplicas", "oraciones", "intercesiones", "acciones de gracias". Los cristianos de esos días estaban siendo acusados ​​de rebelión contra el gobierno terrenal. Las oraciones de la Iglesia refutaron la acusación. Tal oración está de acuerdo con la voluntad de Dios y armoniza con la perfecta provisión que Él ha hecho para la salvación.

Volviendo al asunto del comportamiento y la posición de las mujeres, debemos recordar que Pablo estaba lidiando con asuntos en Éfeso. Detrás de la imagen de la mujer cristiana como aquí se describe está la de muchas de las mujeres de las comunidades griegas, y fue para salvar a las mujeres de la Iglesia de cualquier conformidad con ideales degradados que se escribieron estos pasajes. El adorno de la mujer en la Iglesia no debe ser un adorno exterior, sino el comportamiento general.

La palabra "ropa" en este sentido se refiere a mucho más que mera vestimenta. Es la vestimenta de toda la vida en su manifestación externa. Esta vestimenta debe resultar de la sobriedad interna, lo que significa el perfecto equilibrio y control de la vida. El lugar de la mujer está indicado por una referencia al orden original en el caso de Adán y Eva. De esa historia surge la ocasión del parto de la mujer, y el apóstol declaró que en ese dolor supremo se salvará, si su carácter es lo que ya ha sido descrito.

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