Aquí comienza la segunda división de la profecía en la que hay dos mensajes. El primero lo describió el profeta como "la carga de la palabra del Señor sobre la tierra de Hadrach"; trata del rechazo del Rey ungido. En el primer movimiento, el profeta anunció la venida del Rey. Él predijo la preservación de la ciudad de Jerusalén en los días en que Siria, Fenicia y Filistea serían vencidas por el enemigo, quien, actuando bajo Jehová, ejecutaría sus juicios sobre ellos.

Esta profecía se cumplió en gran medida con la llegada de Alejandro Magno. Capturó Damasco y Sidón y, después de un asedio de siete meses, la misma Tiro. Luego marchó contra Gaza y la arrasó hasta los cimientos. En el curso de esta campaña pasó por Jerusalén más de una vez, pero nunca la atacó. Así, según la profecía de Zacarías, la ciudad fue preservada para la venida del verdadero Rey. Entonces predijo esa venida, llamando a Sión y Jerusalén a regocijarse, declarando el carácter del Rey y anunciando Su completa victoria.

El profeta procedió a describir el programa del Rey. Él predijo el triunfo venidero de Sión contra Grecia bajo la guía directa y por el poder de Jehová. Esta profecía se cumplió con la victoria de Judas Maccabaeus sobre Antiochus Epiphanes.

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