Porque nos regocijamos cuando somos débiles y tú eres fuerte. También oramos por esto, incluso por tu perfeccionamiento '.

Porque su regocijo no está en lo que es ni en cómo se le ve, porque si su debilidad resulta en la fuerza de ellos, está satisfecho. Lo que le preocupa es que se fortalezcan. Esto también es por lo que ora, su restauración y puesta en forma, pasando a ser perfeccionados. En esto se ve el desinterés total del ministerio de Pablo. También en esto es como su Maestro y un ejemplo para todos nosotros.

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