La mujer le dice: “Señor, no tiene con qué sacar y el pozo es profundo. ¿De dónde, pues, tienes esa agua viva? '

El pozo tenía treinta metros de profundidad y este hombre no tenía vasija para sacarla. ¿Qué diablos podía querer decir? ¿De dónde podría obtener agua viva? Su mente todavía estaba fija en la idea del agua física en el pozo.

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