"¿Cómo pueden creer los que reciben alabanzas unos de otros y no buscan la alabanza que proviene del único Dios?"

Luego pregunta cómo pueden creer cuando su principal preocupación no es la alabanza y la gloria de Dios, sino su propia alabanza y gloria. Porque la verdad es que si los hombres han de conocer la verdad, deben ser sinceros en su búsqueda. Pero estos hombres anhelaban la alabanza de sus semejantes y por eso vivieron y creyeron en consecuencia. Si realmente hubieran buscado la alabanza de la fuente central, 'el único Dios' (tou monou theou), habrían sabido la verdad acerca de Él.

La frase enfatiza que se jactaban de su fe en el único Dios y, sin embargo, buscaban su alabanza en otra parte. Miraron a los hombres. Tenían doble ánimo. Por lo tanto, son ellos los que vivían independientemente de Dios, no Jesús.

El énfasis está en el hecho de que no tiene ningún valor pretender amar al "único Dios" si sus pensamientos y obediencia no están centrados en Él. Aquellos que buscan su alabanza y honor de los hombres demuestran que son los hombres a quienes aman y cuyo veredicto desean, no a Él, que es el único Dios. Estaban tan ansiosos por lograr que los hombres vivieran de acuerdo con sus propias ideas, que no tuvieron tiempo de contemplar a Dios y reconocer que algunas de sus ideas estaban equivocadas. (Por eso las señales los pasaron).

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