"Y cuando lo oyeron, se maravillaron, lo dejaron y se fueron".

Al escuchar su respuesta, sus oponentes se maravillaron de la sabiduría de su respuesta. En lugar de haberlo atrapado y haberlo mostrado, fueron ellos quienes habían sido mostrados por la hipocresía, la hipocresía de pretender vivir solo para Dios y, sin embargo, al mismo tiempo postrarse ante César usando sus monedas y aprovechándose de la oportunidades que su gobierno presentaba para la creación de riqueza, aprovechando la atmósfera de paz y comunicación mundial.

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