Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: "Hija, ten ánimo, tu fe te ha salvado". Y la mujer fue salva desde aquella hora.'

Mateo luego saca a relucir el punto de esta historia. Es la fe de la mujer, aunque vacilante, lo que la ha sanado. Lo mismo ocurrirá con el Gobernante. Para apreciar la emoción de la historia necesitamos leerla en los otros evangelios sinópticos, pero para apreciar el punto básico, Mateo es admirable. Todos los que vienen a Jesús con fe serán 'sanados'.

Para Jesús era importante que la mujer reconociera que no fue sanada porque lo había tocado, sino porque su fe lo había alcanzado. 'Sanado' (salvo) casi con certeza indica no solo sanidad física sino también bendición espiritual. Difícilmente podría ser de otra manera. La multitud pudo haber tenido dudas acerca de Jesús, pero a partir de ese momento ella no tuvo ninguna.

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