"Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo".

Ahora se da la razón subyacente de su juicio en este caso. Está en el hecho de que no vivimos y morimos para nosotros mismos. Lo que Pablo quiere decir con esto lo indica lo que sigue. Preferimos vivir y morir para el SEÑOR. Este es un recordatorio de que nuestras vidas deben vivirse íntegramente como a Su vista. Nuestras vidas ya no son nuestras, ya sea en vida o muerte. Somos más bien responsables ante el SEÑOR en todo. Que siendo así la guía y el juicio sobre estos temas se le puede dejar a Él.

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