1 Corintios 7:32

I. Si observa el contexto de este pasaje, percibirá que las palabras de San Pablo se refieren a un caso particular, o surgen de circunstancias propias de la época. Fueron tiempos de persecución, cuando los hombres que declaraban la fe cristiana se exponían a la pérdida de la sustancia y de la vida. Era indeseable, en tiempos como estos, que los hombres se sumaran a las causas de la inquietud y la ansiedad; y por eso el Apóstol les advirtió que no contrajeran matrimonios, ya que los hombres solteros estaban menos comprometidos y tenían más libertad para dedicarse sin impedimento ni estorbo al servicio de Dios. Es obvio que lo que el Apóstol designa con cuidado no es una atención prudente, sino un cuidado ansioso.

II. No es tanto la prueba actual de hoy como la prueba anticipada del mañana lo que genera ese cuidado del que los cristianos deberían estar libres. Considere la expresión "Basta hasta el día su maldad", porque ayuda a mostrarles, de acuerdo con todo el sentido de nuestro discurso, dónde debe haber cuidado y dónde no. Algunos cristianos tienen el temor de que la exención de la prueba demuestre una deficiencia en la piedad.

A los cristianos tan cuidadosos se les debe decir que "basta para el día su maldad". Si no sufren mucho mal, pueden estar seguros, por el testimonio de Cristo, de que tienen suficiente. Es el bien futuro, y no el mal futuro, en el que deberíamos fijar nuestro corazón en el cielo con su magnífica abundancia de bien. Deje que la imagen de esta multitud sea su mañana, y el mañana no puede ocupar demasiado del hoy.

H. Melvill, Penny Pulpit, No. 2201.

Referencias: 1 Corintios 7:32 . Spurgeon, Sermons, vol. xxviii., No. 1692. 1 Corintios 7 Expositor, 1ª serie, vol. i., pág. 237. 1 Corintios 8:1 . J. Irons, Thursday Penny Pulpit, vol. xi., pág. 89; WC Magee, Trescientos contornos, pág. 144; JR Gardner, Christian World Pulpit, vol. v., pág. 393.

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