Filipenses 1:6

El Apóstol establece un gran principio con respecto al método Divino de trabajar, a saber, comenzar es terminar, y ese principio, lo suficientemente amplio como para abarcar el universo, también comprenderá cada detalle del servicio cristiano.

I. Dios obra por un plan; Su plan es preparar a la humanidad para el día final.

II. Dios no es inconstante en la persecución de sus propósitos; Él comienza, no para que pueda realizar un experimento, sino para que pueda realizar un diseño.

III. Dios se ha revelado de tal manera en la educación del individuo y en la preparación de la sociedad que justifica la expresión más enfática de confianza por parte de su Iglesia.

Parker, City Temple, vol. ii., pág. 178.

Referencias: Filipenses 1:6 . Spurgeon, Sermons, vol. xv., nº 872; Homilista, 3rd scries, vol. ii., pág. 149; R. Davey, Christian World Pulpit, vol. x., pág. 10; Revista del clérigo, vol. iii., pág. 213; vol. vii., pág. 217; G. Brooks, Quinientos contornos, pág. 108; Preacher's Monthly, vol. iv., pág. 289; Sermones sencillos de los colaboradores de "Tracts for the Times", vol. VIP. 245.

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