Filipenses 2:12

Trabajando la salvación.

(1) Este consejo implica que ya se ha hecho algo. La misma frase "Hacer ejercicio" sugiere esto. La salvación ha comenzado y, en cierto sentido, es una cosa completa. Nos quedamos quietos y vemos la salvación de Dios. (2) La exhortación implica que se debe hacer algo más: "Trabaja en tu propia salvación". Entonces no es solo un trabajo hecho por nosotros y sin nosotros, sino que es un proceso continuo dentro de nosotros. Se crea una nueva vida, y la vida crece, como lo hace toda vida, y debe crecer o morir.

I. Trabajamos nuestra propia salvación mediante la adquisición de la verdad espiritual. Existe el peligro de descansar satisfecho con una fe recibida por tradición de nuestros padres. Si bien es imprudente romper con el pasado, es igualmente imprudente rechazar la nueva verdad que puede sernos revelada y cerrar nuestras mentes contra convicciones razonables y honestas.

II. Entonces habrá un progreso en el carácter. La verdad espiritual así adquirida será el alimento del alma, sosteniéndola y fortaleciéndola; la fe que una vez fue como un hilo débil que nos unía a Cristo, se convertirá en un cable para evitar que el barco se desvíe en la tormenta.

III. Este trabajo debe avanzar incluso en ausencia de medios importantes. Dios puede privarlo de su brújula y mantener la estrella del norte aún más brillante ante usted; Puede llevarse al Apóstol y, sin embargo, conceder una revelación más completa de Cristo.

IV. Piense en el espíritu con el que vamos a hacer el trabajo. No hay lugar para la presunción, pero sí para la precaución y la desconfianza en uno mismo. "No seas altivo, sino teme".

J. Owen, Christian World Pulpit, vol. xxxii., pág. 237.

Referencias: Filipenses 2:12 . Spurgeon, Sermons, vol. xvii., nº 1003; Homilista, tercera serie, vol. viii., pág. 144; FW Farrar, Christian World Pulpit, vol. xviii., pág. 337.

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